miércoles, 29 de octubre de 2014

C'est la vie

Y le llega balbuceante
 jadeando el animal en celo
presurosas las manos y la lengua ávida y sedienta
Desesperado por la arremetida final, que afuera llueve
y ni siquiera eso importa para la sangre salvaje latiendo
bebiendo, escarbando y gimiendo.
Y se han apagado las luces, y la calle se escabulle
y las copas vacías y la hoguera encendida
dígame ud si no lo haría
dígame ud que no lo haría!
la noche se queja de putas ausentes
que la que falta la tiene encantada
por su historia contada de golpe
como un tobogan, una plegaria sangrante
una vida en un quejido.

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