domingo, 18 de abril de 2010

Declaración


Estamos en la desolación y orfandad total. La dictadura nos mantenía unidos, pero con la llegada de la democracia, que se inaugura con un Antonioletti acribillado, vuelven los hijos de exiliados y arrasan con todo y empieza la repartija, las transas. Los que habían resistido en los ochenta ya cachaban que la democracia iba a ser así. Entonces algunos se refugian en lo íntimo, otros se revientan hasta morir, otros se tornaron apáticos, snobs y otros terminaron gozando muy burdamente su condición de nuevos ricos.

Germán Carrasco hoy en La Nación

No hay comentarios: