lunes, 4 de junio de 2012

Bitácora de Domingo

Hay miradas que encienden, que buscan caprichosas. No es tan frecuente, pero sucede. No habrá más de dos palabras entre nos, pero miradas sobrarán. Hablando desde el fondo de los ojos, con brillos sosegados, a veces inquietos, infantiles casi.  No mires, no sigas. La verdad escandalosa de una soledad asomada al balcón de los ojos. Miro de nuevo, hacia arriba, de izquierda a derecha. Ese magnetismo me doblega, me enternece y asusta. No miraré más!  Y sin embargo...