miércoles, 21 de noviembre de 2012

Acuarela




No estuve allí, lo sé. La ventana abierta y la noche brillando a diestra y siniestra. No estuve allí. Fumando, cambiando la radio, tomando café y mirando las manchas de pintura en el piso. No estuve cuando sentada en la plaza matabas el tiempo haciendo cualquier cosa. Algo que aturdiera el recuerdo, el dolor de la ausencia, la soledad iracunda y silente. No estuve y algo duele miserable en mis entrañas. Un dolor de tripas y corazón sedado con un trago extra. Un barniz para ocultar la huella que dejaste olvidada. No estuve en la noche inmensa ni en la mañana fría corriendo calle abajo, ni en el andén del bus que te llevaba, ni en la llamada del teléfono que nunca sonó. Mirando el color de la lluvia salpicando tu sombra. Lo sé. No estuve abriendo la puerta del bar del Sábado en donde ahogabas el silencio con risas falsas por doquier. Olvidando al amante de turno, su plática egoísta y hasta su nombre. Con tus manos frías pintando tus uñas de roza, sujetando un rizo rebelde que oculta la visión de un gato corriendo. Regando maceteros con agua de la última lluvia. Riendo a veces, callando otras muchas. Apagando las luces para observar las brazas del cigarro en tu boca. Mordiendo una galleta de chocolate tirada en la cama. Durmiendo con la cabeza bajo la almohada y tus brazos hacia arriba en un afán de rendición inconsciente. No estuve, y lo sé, como también sé que nunca estaré y eso tu también lo sabes.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Im Blue

Poema blanco


Empecemos diciendo que este poema está sobre una hoja/ Pero este poema no es un poema y usted no tiene que olvidarlo/ Es parecido a un muro/ La ausencia de mis lágrimas arman un muro/ Veo por la ventana la lluvia como si la lluvia me mirara/ Usted puede hacer lo que quiera con las imágenes que acaba de leer/ Yo no puedo hacer nada con las imágenes que escribo/ Ya que fructifican el resentimiento en este poema/ Que está en los ojos de un joven sentado sobre su sonrisa/ La sonrisa de usted no la de él/ Porque su sonrisa sin dientes es la que se mueve/ Aunque ve la débil sonrisa del joven y su cabello revuelto en el poema/ Y el cabello y la sonrisa envejecida del joven dicen algo/ Muy lento para que usted entienda/ Y muy débil/ Incluso parece un chiste o algo que usted pensó en algún momento/ Y recordó y olvidó y le deja una rara sensación en el cuerpo/ “Me parece que tenemos que hablar de todo/ Como cuando éramos adolescentes/ Y hablábamos de todo sin saber expresarnos/ Ahora tampoco sabemos/ Me parece que fuimos adolescentes/ Pero nunca hemos sido jóvenes/ Como si estuviéramos sentados más allá del deseo”/ Usted ve al muchacho y descubre que nada es lo que vemos/ Porque no sabe si lo ve o si él le ve a usted/ Y nada ha pasado en realidad pero tiene esa rara sensación en el cuerpo/ Y usted, si se lo pido con confianza, me puede ayudar/ No, en esta parte tiene que decir que “yo no necesito ayuda”/ Usted no me puede ayudar a escribir porque yo no necesito ayuda/ Aunque yo le escribo a usted/ Y usted no me lee/ Luego, no puedo escribir “luego”/ Porque quiero hablarle/ Y sus palabras están delirando en la forma de un ruido, un ruido fuerte/ La belleza de las palabras es un ruido fuerte/ Eso es lo que tiene/ Por eso no habla/ La belleza de las palabras es una forma del dolor, dice/ Una forma del horror, insiste/ Por eso no habla, punto suspensivo, por eso no lee/ ¿Ve cómo juego con el tiempo?/ Usted dice que es imposible/ Pero esto es un poema y aquí es posible hacerlo/ Y no lo que usted dice, que el tiempo quede sin futuro/ Pero el tiempo queda sin futuro/ Hasta que llegue a un lugar seguro como el agua corriendo por el cuerpo/ Que deja la sensación de humedad en la memoria/ Pero usted no llega a un lugar seguro/ Porque en este poema no hago lo que quiero/ Sino/ Lo que permite la sensación húmeda en las manos/ Dos o tres frases que se olvidan/ El mismo argumento cortando las emociones/ Ahora que estamos en esto; no le parece mejor que me ayude/ Y este poema es una sombra avanzando/ Mientras usted hace algo por mí/ Porque este poema es una sombra doblándose hacia usted/ Ya que este poema está hecho de imágenes dispersas/ Que usted puede tomar y desaparecer/ Y usted no lee y esto no deja de ser un poema/ Donde desaparecemos/ Y usted no lee porque no tiene que hacerlo/ Y yo puedo seguir con lo que tendría que seguir/ Porque sé que no puedo hacer nada más/ Ya que ahora me meto en el fondo de algo/ Algo que quiero terminar y me tuerce la boca/ Usted se ríe porque hablo solo/ Cuando piensa en este poema/ Y lo único que digo/ Es que nadie me quiere como le quieren a usted/ Y todo lo hago antes de perderme en el círculo de la emoción/ Y eso lo sé porque yo la quiero y amo al hombre que la ama más que al rostro sangrando/ Que desaparece en el borde de lo que veo/ Y mi boca que ya no existe en el extremo de lo que digo/ ¿Ve que puedo hacerlo?/ ¿ve que cuando escribo no sé lo que hago?/ Usted sabe lo que hace/ Siempre lo ha sabido/ Y no lee porque usted anota todo/ Yo escribo para olvidar y por eso usted no me lee/ Este poema quiere hacerle daño/ Pero usted no me escucha y este poema es como levantarse en la mañana/ ¿Ve que puede ser cierto?/ Aquí tendríamos que hablar de todo/ Como cuando éramos adolescentes/ Y hablábamos de todo sin saber expresarnos/ Porque es lo único que nos queda/ Ahora tampoco sabemos/ Me parece que fuimos adolescentes pero nunca hemos sido jóvenes/ Que envejecimos más allá del deseo/ Y esto termina siendo lo único que nos queda/ ¿Ve que aquí puede hacer lo que quiera?/ Es de mañana/ El cuerpo se dobla hacia arriba/ Es de mañana y hay luz/ No hay nada más que eso/ Empieza a derramarse el poema/ El poema se levanta/ Es de mañana/ El poema se dobla/ Se arruga y usted puede verlo/ El poema desaparece. 



De mi amigo Luis Retamales.

domingo, 14 de octubre de 2012

Bitácora.

Le pregunté porque se llamaban así. La 2000Blues. Me dijo que era lo que ganaron la primera vez que tocaron en la calle. Ahí me enteré de que mi hijo estaba siguiendo mis pasos. Hay cosas que no cambian y pienso que el camino de las hormigas sigue vigente y lo miro desde la altura de mis años. Estoy viejo pienso... No! que va, quizá sólo un poco cansado de tanta porquería. Y la calle se queda observándolo.  Tiene hambre de todo,  lo sé,  y eso es bueno.
El mundo se mueve rápido, como el tipo que se lanza cielo abajo buscando un buen porrazo en la tierra o la chica del mostrador y su sonrisa-carnada. Hay que moverse con él.
 Las campañas están en auge con miles de sujetos repartiendo folletitos y dulces y regalías y una que otra promesa de mierda. Mucha plata en papel deben haber gastado y todos sabemos que son palabras tiradas al olvido y que la regla es eso, promete y miente que algo queda dicen y la procesión sigue, más por dentro que por fuera.
Demasiada plata en papel... Un amigo me escribe pidiendo una junta, de esas que estábamos acostumbrados. Tenemos que juntarnos me dice, para conspirar con la serenidad y la ironía que da el haber saboreado la derrota demasiadas veces. Y maldición no puedo! He perdido mi beeper le digo, Bah! de veras que esas weas no existen, más bien estoy un poco a la deriva, desenchufado podría decirse. Ya habrá tiempo. Mi mujer dice que hay que dejar pasar harto tiempo para tener más cosas de que hablar. El verse muy seguido augura un aburrimiento seguro. Será cierto?
Por acá como que llueve y no llueve. Esa indecisión me descoloca. Me gustan las lluvias de verdad, como las de Puerto Varas. Siempre la indecisión... Ahora pienso en mucha gente tanto de allá como de acá. Qué mierda hacer con estas votaciones? Yo tengo una muy buena idea de que hacer con su voto.
Será hasta la próxima.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

After party



Día gris, flojo.  Extraño la "normalidad" de uno normal, si es que eso existe. Ahora sólo resta seguir tomando café cargado, mirar los gatos como tiran la basura y el cáos de la casa.
Así no se puede.

lunes, 4 de junio de 2012

Bitácora de Domingo

Hay miradas que encienden, que buscan caprichosas. No es tan frecuente, pero sucede. No habrá más de dos palabras entre nos, pero miradas sobrarán. Hablando desde el fondo de los ojos, con brillos sosegados, a veces inquietos, infantiles casi.  No mires, no sigas. La verdad escandalosa de una soledad asomada al balcón de los ojos. Miro de nuevo, hacia arriba, de izquierda a derecha. Ese magnetismo me doblega, me enternece y asusta. No miraré más!  Y sin embargo...

martes, 29 de mayo de 2012

    La lluvia se fue. Va camino a las profundidades. Me acuerdo de mi casa de niño, de las goteras espantadas por el fuego y los regaños de mi madre por mis escapadas a mojarme. Ciertas cosas nunca cambian. Como tampoco cambia la miseria, esa que nos continúan ofreciendo descaradamente. Ahora resulta que vienen de nuevo a palmearnos la espalda y ofrecernos tanto que al final resulta... nada. Pero ahora estoy tranquilo. Hoy me siento bien. Terminó la lluvia, la noche está quieta y pronto viajaré. Ella dice que me extraña, que la casa está fría y la cama es inmensa. Ya voy, ya voy amore mio.

miércoles, 11 de abril de 2012

Bitácora del Sábado

                                                              

         La noche de anoche y sus consecuencias. Siempre sucede lo mismo, que los tragos de más y la beligerancia presente. El no soportarse ni un segundo más. Yo lo suponía. Hay cosas que no cambian y lo básico es prevenirse de la debacle que viene en curso. Nos refugiamos en nuestro rincón y observamos.  Los acontecimientos se suceden unos tras de otros sin pausa y se van desenmascarando las intenciones de cada cual. Que la gorda era más candente de lo habitual ya me había dado cuenta y de seguro los animalejos que estaban con ella no cejarían hasta obtener el objetivo aquél. Que ya van demasiados días en estos lares y se extraña una piel sedosa, aunque para mi gusto, la gorda no cumplía ninguno de mis requisitos.  ¿Será que de verdad estos tíos son más animales de lo que había pensado?
       Mi vecino de dormitorio pronuncia chuchadas por lo bajo. Es comprensible. El rucio, el Jorge y la gorda tienen una trifulca de los demonios. Ahora bailan y se empinan la tercera  botella. Yo me concentro en el maldito texto aquél, que dos hombres colgando de un puente, que un diálogo existencialista que no me llega y como que esta cosa se me está haciendo más espesa de lo normal. La gorda grita, aulla moviendo sus tremendas nalgas y yo enciendo un cigarrillo. Esta va ha ser una noche larga.
       Los Domingos son tranquilos, por eso es que aprovecharon. Los dueños casi no vienen y el jefe se fue de farra así es que estaba todo dispuesto. Cuando la vi llegar supe del tipo que era. Un poco belicosa por decir algo, experta en sacar celos y los tipos que son marionetas ebrias al lado suyo. Presentí un final de página roja y se lo advertí a la dueña del hostal, pero esta, preocupada más de las lucas que le caían extras, desoyó mi advertencia y la juerga tomó cuerpo.
      Con frecuencia me sucede que me preguntan por mi escritura. ¿Por qué no has escrito últimamente?, ¿Cuándo publicas?  Sucede que no es tan fácil. No es un asunto de falta de ideas, tampoco de sensibilidad necesaria. El problema es el tiempo y la tranquilidad. ¿Quién demonios puede escribir cuando cada diez minutos se acerca algún tipo ebrio a ofrecerte un trago que no quieres y a hablarte incoherencias al lado de tu cama? Las realidades que nos embargan son tan disímiles y desconocidas que no resulta fácil opinar de buenas a primeras acerca de otros.
      Justo al ir al baño lo vi caer. El Jorge, botella en mano,  mira al rucio tirado bajo la mesa de pin-pon, misma que sólo se usa para albergar botellas y vasos.  La dueña del hostal grita, se tira el pelo y amenaza con llamar al retén. Yo tomo al Jorge y lo aparto.  La gorda llora y acaricia el pelo del rucio inconsciente en el suelo. Se me escapa un bostezo. Ya son las cinco de la mañana.

sábado, 31 de marzo de 2012

Bitácora

Cosas que suceden, un amigo muere estúpidamente al cruzar una calle, de seguro que soñando con algo no vio el maldito auto, otro se marcha a Europa a probar suerte hastiado del realismo crudo del país. Pero el mundo sigue dando vueltas y aún estamos acá.
Mi amigo Luis presentaba su obra "Vocación docente" en San Antonio. Le había prometido asistir esta vez, pero aún estoy por acá tirado. Creo que ahora sí que no me la perdona.
No es tan fácil en realidad, nada es fácil. 
Recuerdo otros otoños con lluvias frescas en esta época. Ahora el calor me agobia. Dicen que es un presagio, que un megaterremoto nos hará papilla. Miedos y más miedos, soledades, egos desmesurados, celos. La vida en su lado más salvaje practicando el arte de no dejarnos en paz.
Extraño mi familia.

viernes, 9 de marzo de 2012

I miss you Amore

Y si fuera cierto?

Los días pasan, el mundo gira y la vida sigue avanzando. Nada que hacer o quizá todo. Estamos en la disyuntiva. Me llaman del Norte, un amigo muere de una forma estúpida, incomprensible y se apaga una amistad truncada por las distancias. Confieso una pena rabiosa que se alarga y no cesa. Me ahoga un millón de preguntas que no tendrán respuestas. Las dudas acerca de lo verdaderamente importante, eso que es y no es al mismo tiempo, lo que nos mueve a fin de cuentas a actuar, a sentir y comprometernos. Todo se vuelve tan relativo e insignificante... La radio dice que dijeron y mis redes repiten exageradamente, venteando impúdicos nuestra soledad abismante. Porque estamos solos. Somos un mundo de solitarios, a eso nos han llevado y es tan poco lo que podemos hacer.
Anochece, el sueño me gana, pero aún tengo rabia y pena.



sábado, 11 de febrero de 2012

Bitácora

La verdad nos hace libres, eso dicen. Marixu sabía de esas cosas, de liberaciones. En este instante me acuerdo de Dante, un amigo perdido en la vorágine nocturna de Iquique. La última vez que lo vi fumaba sentado en la playa de Cavancha recuperandose de la borrasca de la noche anterior. Dante era un tipo magnífico, uno de esos sujetos que se topa uno sólo una vez en la vida. Extraño, espontáneo, maldito en sus definiciones y entrañable. Su historia es larga y no voy a contarla ahora, pero me acuerdo por eso de las verdades. Siempre fue terriblemente honesto, algo muy raro en estos tiempos. La falta de verdad nos enturbia la mirada. No me gusta que me mientan, prefiero la verdad cruda y salvaje.
Las cosas siguen igual, trabajo y más trabajo. Es como una apuesta, hasta donde mierda aguantamos, pero bueno, no es lo que deseaba escribir hoy. Eso del cansancio es una historia inagotable, una suerte de epidemia, la esclavitud del siglo 21. Shit!, casi nada que hacer. Digo casi, porque hay una luz, tenue eso si, pero se ve, por allí... Hay algunos que optaron por actuar, no son muchos como uno quisiera, pero ahí están. Me han llamado y hemos hablado de cosas, muchas cosas y estamos de acuerdo, era que no! Esas realidades son las que me entusiasman, las que me dejan un sabor nuevo en la boca. Uno respira mejor se han dado cuenta?
Espero no dejar pasar tanto tiempo sin visitar este blog. El tiempo, el maldito tiempo que me falta... Einstein estaba equivocado.