viernes, 22 de octubre de 2010

RESPUESTA






Yo creo que se equivoca. El tiempo no borra nada. Así es que seguimos aquí esperando el milagro que no ocurre. La memoria esperando florecer ¿Un conflicto recurrente no es cierto? Y nos subimos a la micro, hacemos la fila y pagamos las cuentas porque no queda otra. Saltando como ranas de charco en charco buscando la laguna reservada sólo para algunos. Después nos metemos en el tráfico y desaparecemos por minutos absorbidos en el presente recomunicado. Insignificantes en el mega mundo. Mediocres hasta decir basta. Y buscamos tozudos influir de alguna manera, perdurar en una vida ya encausada. Todo infructuosamente desde luego.
Claro que se equivoca. El tiempo no sepulta la memoria aunque no sea recordada. Porque está viva, sigue allí como alma en pena acechando a los hombrecitos que han cultivado en años de adiestramiento.
El tiempo no borra nada, sólo posterga el estallido y eso si que es cierto. La postergación por miles de motivos. ¿Miedo a la inseguridad que provoca el saber quizá? Es la eterna postergación del ayer. Nos mantienen ocupados el corazón, el alma y el cerebro decía la Marixu y no me digan que no es verdad. Nos anulan sin percatarnos. Nos crían atados a un pecho en los pasillos de una fábrica, luego nos educan si no hay suerte, (no a todos claro, algunos la poseemos) Después nos largan al mundo en manadas ensimismados a vivir las pesadillas colectivas que nos embriagan y hacen olvidar. Llenamos los espacios con mentiras para que no se note el enorme vacío y cuando al fin nos detenemos a observar ya no recordamos porque estamos viejos y se nos va la vida.
No, yo no creo que el tiempo borre nada. Pienso que espera que despertemos y la recuperemos, empezando del principio. Con la memoria reprimida por los que la saben y la ocultan por propio interés. Empezar con los días perdidos de una vida insípida, esperando a que contemos la historia. Nuestra historia verdadera y quizá entonces si sea bueno perderse para siempre en medio de este mundo de mierda.