viernes, 28 de mayo de 2010

Ley de Murphy


Todas las cosas que utilizamos con más frecuencia las encontramos siempre detrás de aquellas que no utilizamos nunca. (Yo y mis afanes de cocinero)

viernes, 21 de mayo de 2010

Mugres Gringos


Aflige que el Estado de Arizona haya aprobado una ley que permite detener a cualquiera con aspecto de indocumentado para pedirle sus papeles. Pero más aflige, porque contra eso es casi imposible luchar, que el 81% de los norteamericanos, considere que la ley no es reprobable, y que tiene lógica que esto se haga.

Punto: Me lo imagino a revés: que aquí en México todos los güeros, los pelirrojos y los pecosos, tuvieran que andar con sus papeles probando que son mexicanos. Ni de chiste al 81 por ciento de la población le parecería lógica y tolerable esta barbaridad. A mí y a mi cara de judía trashumante, de italiana mafiosa, con ojeras dándole un aire criminal, me detendrían a cada rato. Y a mi prima Alicia con sus ojos azules de asturiana la podrían detener a media calle para pedirle pruebas de que su abuelo emigrante le dejó las cosas en orden: “Sus papeles, güerita, que le veo cara de querer trabajar sin permiso”.

Nada más de pensarlo da risa. Sin embargo, en Arizona, con ver a una mujer morena, chaparrita, frágil, pueden detenerla temiendo que pretenda ser la nana de unos niños o la cuidadora de un viejito. ¡Y sin papeles! Son cínicos y dos caras estos gringos que ahora sí me han llenado las enaguas de piedritas. ¿Quién no ha recibido la ayuda de un inmigrante? ¿A quién no le han servido una sopa, lavado un plato, regado un patio los mexicanos que de sobra se sabe que no tienen papeles?

Punto y seguido: El presidente Calderón, se presentó ayer en el Congreso de los Estados Unidos y condenó la ley anti-inmigrante de Arizona. Actitud más que debida si se ve desde aquí, pero de mal gusto y lamentable si la juzgan los ojos del por fortuna perdedor de la elecciones a Presidente de los Estados Unidos, el senador John McCain, cuyo nombre escribo con disgusto porque no querría yo pasarlo por las teclas de mi máquina y con gusto porque al hacerlo me doy la alegría de pensar en que no ganó. Hasta ahí sí llego la inteligencia de sus paisanos.

Punto y ni modo: McCain se entregó a reprochar que Calderón se haya metido en el debate migratorio durante lo que calificó con “un viaje que se suponía era para reafirmar la singular relación" entre los países vecinos. Singular, exactamente, es lo que es nuestra relación. “Pinches gringos”, decimos, pero allá vamos a comprar en sus tiendas, estudiar en sus universidades o trabajar en la pizca de su tomate. “Damned mexicans”, dicen, pero vengan para acá y paguen sus estudios, compren sus chicles y recojan nuestras manzanas, laven nuestras camisas, amasen nuestro pan, limpien nuestras mesas y hagan todo lo que no queremos hacer cuando estamos tan ocupados condenándolos.

Punto y nada más faltaba que no: Calderón apenas e hizo lo correcto. Y si de lo que se trataba era de visitarse para afirmar la condición singularísima de nuestra relación, eso fue lo que hizo condenando su ley. Ni modo que fuera a aplaudirles.

Punto y aparte: Pobre Obama con esos gobernados.

Confesión: Estoy escribiendo esto y antes anduve leyendo frente a la ventana de la que ya les he hablado mucho, mientras todos en mi casa -me refiero a mi cónyuge, mi hijo y dos visitas ilustres recién desempacadas de la capital poblana-, se han ido a un bar a ver la final nacional del futbol. Toluca contra Santos. Ellos iban dichosos y yo dichosa no fui.

Ángeles Mastretta

Tomado del Blog de Ángeles Mastretta: Puerto Libre

Zapatillas Negras

En la mesa de más allá,
tras haberse quitado las zapatillas de ante,
con los pies enfundados en medias blancas
y cuidadosamente posados sobre una servilleta,
ella conversa:

«Connaissez-vous Ostende?».

La gorjeante dama italiana en la otra punta del restaurante
replica con cierta altivez,
pero yo espero pacientemente
a ver cómo Celestine vuelve a ponerse las zapatillas.
Se las pone con un gemido.

Ezra Pound

jueves, 20 de mayo de 2010

La verdad nítida


"Tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco… o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre"

viernes, 14 de mayo de 2010


Marixu ha muerto hace apenas un par de horas. Me avisaron por teléfono y no pude seguir trabajando. Y no se porque la lluvia cae más fría de lo habitual.
¿Entonces en que queda la lucha que dimos juntos? ¿A dónde irán las huestes que reunió? ¿Quién tomará su lugar? ¿Y todo para qué Marixu?, Para que ...