sábado, 29 de agosto de 2009

Graffiti

"La belleza será convulsiva o no será" (Breton)

domingo, 23 de agosto de 2009

Por vino me quedé sin penas


La culpa fue del vino le dije, mientras me vestía y ella desnuda miraba el cielo tendida sobre la cama. Hay culpas imposibles de asumir. Y en cierta forma pudiera ser comprensible. Existía toda esa mezcla odorífera impregnando la atmósfera, ese estremecimiento visceral enardeciendo la piel y el salobre sudor mezclándose con saliva en la comisura de los labios. Estaba la sensibilidad angustiosa en la yema de los dedos y la urgencia extrema de perderse en un abrazo en la antesala de la embestida inicial. Pero insisto, la culpa fue del vino, un cabernet de excepción, de afrodisíacas y almizcladas cepas, que cual poción milagrosa, sembró el rubor en las mejillas asombradas derribando de paso cualquier asomo de pudor u decencia según como se mire.
La culpa la tuvo el vino y el par de botellas vacías que yacen victoriosas sobre la mesa recogen mi silueta totalmente saciada que huye rumbo a la puerta. Escapa de lo que vendría, de lo que yo suponía inevitable y para lo cual no poseía respuesta alguna. Pero nada de ello aconteció. Ninguna sílaba pronunciaron sus labios aparte de un inaudible hasta pronto resignado y un último abrazo de despedida. Entonces fue que el vino inocente, en un acto de venganza justiciera por tantas condenas en noches como ésta, escanció de un golpe la culpa sobre mí.

martes, 18 de agosto de 2009

LA OTRA PESCA




Existen ciertos cambios que son necesarios. El hacer un punto aparte justo a tiempo frente a la rutina indiferente, la impotencia y la desdicha. Un cambio drástico de trabajo, de ciudad, hasta de amigos, provoca el renacer de la capacidad de asombro, la perplejidad necesaria para reencantarse con el mundo cuando éste apesta más de la cuenta.
Cuando al territorio lo transforman y nos impiden habitarlo. Cuando el progreso mal entendido subyuga nuestras tradiciones y costumbres, toda nuestra precaria cultura. Hasta nuestras más básicas y rudimentarias formas de sobrevivencia. Allí es necesario e imperioso el cambio. El traslado desde esos lugares desérticos hacia una nueva tierra fértil y promisoria.
Y la travesía debe hacerse en silencio cual rito fúnebre. Una suerte de duelo por la muerte que va quedando atrás. Porque cada cambio es la muerte de viejos deseos y el renacer de otros nuevos. En definitiva la muerte siempre implica, aparte del dolor cauterizado por el llanto, el florecimiento de otras esperanzas, de nueva vida. Existen otros horizontes que debemos perseguir en nuestro cambio de timón. En algunos casos, la búsqueda de la verdad última, el amor verdadero, la dignidad y justicia perdidas. En otros, la creación como sustento de ideas y desarrollo. El relato del entorno para preservar la memoria.
Es en este contexto y en el marco de una serie de trabajos audiovisuales que se realizarán propiciados por la CNCA, en el que existe un proyecto en que participaría activamente el Taller Buceo Táctico. La perfomance de concretarse consistiría a groso modo en el traslado de una embarcación u bote pesquero, tirado por un determinado numero de personas. Se partiría desde el muelle artesanal, pasando frente a la mole de hormigón que es el casino poniendo como punto de destino la Escuela 1 o nueva Escuela como la llaman algunos, con toda la significancia que ello conlleva. De ser así, sería el responso necesario para Denis Muñoz Aguilera, Pescador que agobiado por la crisis terminal que afecta a su rubro y que nadie hace nada por resolver, pusiera fin a su vida esta semana como último recurso desesperado frente a nuestra impávida indiferencia.